Un ejemplo del mundo real
Sarah, propietaria de una marca de joyería de lotes pequeños en Dubái, pensó que podría ahorrar costos al omitir el muestreo y la inspección para su primer proveedor chino. Cuando llegó el pedido, la mitad de las piezas presentaban decoloración y tallas desiguales. Tuvo que reembolsar a los clientes y, lo peor de todo, la reputación de su marca se vio afectada. Una simple auditoría y control de calidad podrían haberle ahorrado miles.